miércoles, abril 12, 2006

MI AMIGO EDUARDO SOTO





Hoy me ha llegado un espléndido regalo de mi buen amigo Eduardo Soto. Compañero de épicas tardes de charla, mañanas ociosas en una piscina de un hotelucho de Mérida bajo un sol inpietoso, largas conversaciones sobre teatro, la vida y la ironía, maldiciones durante horas del uso de palabras que se nos antojaban idiotas y sin sentido: la palabara "bonito", el adjetivo "Mágico"asociado al teatro , hablar que una mujer tiene los ojos"preciosos" o que el teatro Romano de Mérida era un "marco incomparable" dónde las piedras y la história imponían "respeto". Pasamos muy buenos días en ese festival, y guardo un recuerdo inborrable.Hoy fiel a su estilo me ha mandado su libro. Las ganas me pueden y me voy a leerlo no sin antes exponer el texto de la contraportada que dice mucho de mi insólito amigo. Gracias compañero seguro que es un "librito muy boooooniiiitooo"

1 Comentarios:

Sugestiva la reseña del libro en cuestión. No conocía al autor. Creo que tiene toda la razón al insistir en este tema de cómo España ha cambiado en los últimos años. No conozco Cuenca, pero me recuerda el caso de Albacete, una ciudad que antiguamente era muy ilustrativa de la España retrógrada, convertida hoy en día en paradigma de la modernidad, con discotecas de rabioso diseño, tiendas de super lujo, parque automovilístico avanzadísimo, señores y señoras vestidos con los últimos modelos del Corte Inglés, jóvenes con todos los percings de rigor, etc. Sin duda los anticipadores de antaño jamás habrían imaginado semejante transformación. Lo que dice el señor Soto es muy cierto: la realidad supera una vez más a la ficción. Y contra todo pronóstico, los viejos del lugar, en vez de sentirse extraños, se adaptan la mar de bien, sólo hay que mirarlos paseando por las nuevas calles peatonales, con sus chaquetones relumbrantes, o comiendo en los restaurantes chuletones pantagruélicos y otros ricos manjares. Sí, la España del futuro ya está aquí, lo que no deja de ser una buena noticia: ya no hay que esperarla. Esta concentración de pasado, presente y futuro, inquieta. ¿Sobreviviremos a ella? Nosotros no lo sé, pero los viejos de Albacete, seguro. Bueno, buscaré el libro. Ah, y felicidades por su blog tan ocurrente

BLas Mojón, vecino de Orihuela.

By Anonymous Anónimo, at 11:58 a. m.  

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1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Sugestiva la reseña del libro en cuestión. No conocía al autor. Creo que tiene toda la razón al insistir en este tema de cómo España ha cambiado en los últimos años. No conozco Cuenca, pero me recuerda el caso de Albacete, una ciudad que antiguamente era muy ilustrativa de la España retrógrada, convertida hoy en día en paradigma de la modernidad, con discotecas de rabioso diseño, tiendas de super lujo, parque automovilístico avanzadísimo, señores y señoras vestidos con los últimos modelos del Corte Inglés, jóvenes con todos los percings de rigor, etc. Sin duda los anticipadores de antaño jamás habrían imaginado semejante transformación. Lo que dice el señor Soto es muy cierto: la realidad supera una vez más a la ficción. Y contra todo pronóstico, los viejos del lugar, en vez de sentirse extraños, se adaptan la mar de bien, sólo hay que mirarlos paseando por las nuevas calles peatonales, con sus chaquetones relumbrantes, o comiendo en los restaurantes chuletones pantagruélicos y otros ricos manjares. Sí, la España del futuro ya está aquí, lo que no deja de ser una buena noticia: ya no hay que esperarla. Esta concentración de pasado, presente y futuro, inquieta. ¿Sobreviviremos a ella? Nosotros no lo sé, pero los viejos de Albacete, seguro. Bueno, buscaré el libro. Ah, y felicidades por su blog tan ocurrente

BLas Mojón, vecino de Orihuela.

11:58 a. m.  

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